martes, diciembre 13, 2011

Jail (Fotografía de Ángel Corrochano)



Huyo [del silencio]
de mi silencio,
de mi imagen al espejo.
Mis dedos, morados e inertes,
siguen buscando el calor del fuego.

Sobrevivo a mi propia condena,
a esta autoimpuesta cadena
consiguiendo la condicional
por buena conducta.
Me asusta aprender más de la cuenta
-porque en la cárcel ya se sabe
que nos da por aprender-.
Me gustaría tener alguna certeza
en medio de tanta pereza,
tanto impulso ciego,
y quizás así dejar de temer
mi imagen al espejo.



1 comentario:

  1. Bello poema Victoria
    Me alegra ver una fotografía mía publicada en otro blog. Esta es la magia de los blogger.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

No te cortes...